Se traza un encaje al carbón que ha sido fijado a conciencia para, acto seguido, aplicar una veladura genreal con óxido de hierro rojo, suficientemente diluido para que se transparenten los trazos del encaje al carbón. Con pinceles de cerda de tamaño maediano, se ha establecido la entonación general de la composición y la particular de cada uno de sus elementos, trabajando siempre con pinceladas muy homogeneas y cubrientes. Los colores acrílicos en general y más aún los de fabricación casera, son francamente opacos y secos, de apariencia un poco árida. Es por ello qu se combina a veces el trabajo de los pinceles con algunos restregados ejecutados de mayor transparencia. Pero, lo que realmente distingue y da originalidad a la pintura, es la vibración que adquieren los colores gracias a la omnispresencia, en el cuadro, del óxido rojo de la primera veladura.
Naturalemnte, no podemos pretender que usted se decida a pintar como un artista ya que lo que s epide es un trabjo de libertad, pretendiendo enseñar.
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